Unas sencillas técnicas limitan la tediosa tarea de deshierbar, o incluso le permiten no tener que hacerlo en absoluto. Hay muchas alternativas al uso de los antiguos herbicidas químicos que ya no están autorizados.

Superficies no cultivadas:

Caminos, patios y terrazas

Tejados, fachadas, piedras, puertas, barreras, muebles de exterior de madera sin pintar.

Cuando están expuestas al norte o al oeste, estas superficies suelen ser invadidas por musgo, algas verdes o rojas o líquenes. Existen nuevos productos a base de ingredientes activos 100% naturales que actúan por contacto, los efectos son visibles en pocas horas.

En cuanto a los caminos de entrada, una primera observación de sentido común:

Si tu camino de entrada se utiliza regularmente y tiene una anchura adecuada, ¡las «malas hierbas no deseadas» no crecerán allí! Si no es así, pregúntese para qué sirve.

Para mantener limpias las calzadas, puede utilizar corteza de pino, virutas de madera o mantillo mineral extendido sobre una tela adecuada para evitar que el material se hunda en el suelo y permitir un buen drenaje. Otra solución: ¿por qué no optar por caminos de hierba, segados regularmente?

No olvide los «escalones japoneses» de piedras planas que trazan un camino en su jardín: no necesitan mantenimiento.

En el caso de algunos pavimentos de entrada, una buena manera de evitar tener que desherbarlos es dejar que la hierba crezca en ellos.

Esto es posible con los pavimentos alveolares que permiten que la hierba arraigue al tiempo que garantizan una buena capacidad de carga para los vehículos.

Zonas cultivadas: huerto, huerta, parterres ornamentales

Buenos hábitos de mantenimiento del suelo

Cavar o labrar hace aflorar las semillas de las «malas hierbas» almacenadas en el suelo y no hace más que multiplicarlas.  Al cortar las raíces, se contribuye a su propagación. Por ello, se recomienda utilizar una horquilla de pala que afloje el suelo y permita eliminar fácilmente toda la mala hierba (con su raíz) a mano o con la ayuda de un gancho.

Cubrir la tierra para que nunca quede expuesta – Mantillo

El mantillo actúa como una pantalla protectora contra la luz, impidiendo así el crecimiento de las «malas hierbas» (al bloquear los rayos del sol para la fotosíntesis). Además de su efecto anti «malas hierbas», los acolchados tienen múltiples virtudes: reducción del riego, efectos fertilizantes para el suelo, protección contra la erosión, prevención de muchas enfermedades, efecto repelente contra las babosas, y decorativo. Existen diferentes tipos de mantillo: paja, corteza de madera, mantillo sintético, astillas de madera, arcilla expandida, etc.

El mantillo es también una forma eficaz de evitar las malas hierbas cuando se planta un seto, pero también en el huerto, en otoño e invierno, para cubrir los espacios sin verduras.