Un suelo bien nutrido está más vivo. Su capacidad de almacenamiento de nutrientes mejora con las enmiendas y los fertilizantes. Las plantas tienen acceso a todos los nutrientes que necesitan y se desarrollan perfectamente.

Las plantas extraen los nutrientes del suelo en cantidades diferentes según la especie. Algunas plantas, como los melones o los tomates, son muy golosas y agotan el suelo, mientras que otras tienen necesidades de nutrientes muy específicas. Por ello, es interesante aplicar los abonos naturales en el momento oportuno y orientando el tipo de cultivo para devolver a la tierra lo que le quitamos con la cosecha de frutas, verduras y otras flores. Con el tiempo, el suelo sobreexplotado pierde su capacidad de almacenar nutrientes. Se empobrece y las plantas no prosperan. Necesitan cada vez más insumos (fertilizantes, entre otros). Es esencial preservar el ecosistema del suelo utilizando enmiendas del suelo.

Nutrientes esenciales para una planta sana

Tres elementos son esenciales para la buena salud de las plantas:

  • El nitrógeno (N), que permite el crecimiento y es un elemento esencial para las verduras de hoja y las plantas cultivadas por su follaje.
  • El fósforo (P), que asegura la formación de raíces y una mayor resistencia a las enfermedades.
  • Potasio (K), que interviene en el proceso de fotosíntesis, permite una floración más abundante, la producción y una mejor resistencia al frío.

Otros elementos, a veces un poco olvidados, son también muy importantes porque su carencia puede provocar patologías:

  • El calcio, que interviene en el proceso de formación de las células.
  • El cobre, el hierro y el magnesio, que ayudan a la formación de la clorofila. Una carencia de hierro puede causar una enfermedad muy conocida: la clorosis, que provoca la decoloración de las hojas.
  • El boro, que ayuda al crecimiento de los tallos y a la formación de las semillas.
  • El zinc, que permite el crecimiento de las plantas y la síntesis de la clorofila.

Estos nutrientes llegarán del suelo a la planta gracias a que la planta obtiene estos nutrientes de las raíces. Por lo tanto, puede añadir fosfato natural u otros productos que estimulen las raíces para optimizar el paso de los nutrientes del suelo a la planta.

En general, fertilizar el suelo permite que tus plantas estén más sanas, sean más resistentes, crezcan mejor y produzcan más.